El nuevo año comienza con una fuerte preocupación en cuanto a la situación salarial de la docencia universitaria y preuniversitaria. El gobierno nacional recién asumido ha manifestado por distintos medios expresiones que ponen en duda el cumplimiento del último componente de la paritaria acordada el año pasado: la “cláusula gatillo” pautada para otorgar un aumento acorde a la inflación de febrero de 2020. Desde nuestra asociación de base ADIUNNE y nuestra federación CONADU Histórica- consideramos necesario dejar en claro que bajo ningún criterio permitiremos la postergación de los logros conquistados mediante la lucha.

 

Las y los docentes universitarios y preuniversitarios llevamos al día de hoy una pérdida salarial del 14,29%. Se trata de la inflación acumulada desde el último aumento cobrado (octubre 2019). Hoy ya llevamos una pérdida salarial del 14,29 % (es la inflación acumulada desde la última cuota cobrada, octubre de 2019 a enero de 2020). Con respecto al periodo de nuestra paritaria que es de abril de 2019A febrero de 2020 hemos cobrado hasta ahora solo un 26 a 27 % en las cuotas ya recibidas.

La “cláusula gatillo”, incluida en el acuerdo paritario 2019, permite una compensación automática al otorgar un aumento salarial equivalente a la inflación. Aunque de manera desfasada en el tiempo, es una herramienta que permite evitar que el poder adquisitivo de nuestro salario continúe disminuyendo. Por lo tanto, el incremento a cobrar en abril por la cláusula gatillo sería aproximadamente de un 14,5% o 15%.

El gobierno nacional pone en duda el cobro de este aumento, planteando volver a discutir el cómo y cuándo cobrar, debido a la grave situación fiscal de la administración pública. Sin embargo, es injusto que los y las trabajadoras -que no generamos tal situación, – debamos resignar derechos adquiridos ante tal situación.

Siendo un acuerdo paritario firmado, el pago de la cláusula gatillo es tan obligatorio como el pago mensual de los salarios y su incumplimiento sería entonces una ilegal reducción o quita a los salarios de toda la docencia universitaria, históricamente deprimidos y retrasados.

Desde ADIUNNE consideramos necesario advertir al conjunto de la docencia de la Universidad Nacional del Nordeste sobre esta amenaza y convocarnos a defender nuestras legítimas conquistas alcanzadas enfrentando el ajuste de los cuatro años del gobierno de Mauricio Macri. Las grandes movilizaciones de mayo de 2016 y agosto de 2018 en todo el país son una acabada muestra de ello. Con esas grandes luchas se frenaron despidos, se defendió el salario y el presupuesto de la universidad, así como el derecho a una educación pública. 
En consecuencia, exigimos el cumplimiento impostergable de lo ya acordado en la paritaria 2019 y no aceptamos una reducción de nuestros salarios. Sería lisa y llanamente una concesión a las presiones del Fondo Monetario Internacional que pretende imponer el pago de la deuda usuaria y el ajuste fiscal a expensas de la clase trabajadora, algo que no estamos dispuestos a permitir.